¿Me creerías si te dijera que estos Chilaquiles no llevan ni maíz, queso o crema? Esta receta fue una ocurrencia nocturna de esas que nacen cuando no puedes dormir y comienzas a sentir una punzada de hambre en el estómago, entonces te preguntas ¿si comieras algo en ese preciso instante se consideraría desayuno o cena? Una paradoja tan grande como ¿qué fue primero si el huevo o la gallina?
Mientras pensaba todo esto más y más la noche comenzó a clarear y se acercaba la hora para desayunar y solo podía pensar en preparar unos ricos chilaquiles; un desayuno que sin duda los mexicanos llevamos en el corazón pero que a pesar de lo delicioso de este también se trata de algo consistente y pesado que suele estar cargado de grasas y carbohidratos; no me malinterpreten no tengo nada en contra de esto, pues creo que podemos disfrutar de todas las cosas ricas y placenteras de la comida siempre y cuando se consuman con moderación, pero también podemos hacer algunos ajustes para disfrutar de aquello que nos gusta de manera más frecuente.
Esta receta además de lo orgullosa que estoy porque el resultado ha sido increíble me hizo ganar un concurso; llevo ya varios años participando en un concurso que lanza “Avena Canadiense” donde premian a las recetas más creativas y deliciosas preparadas con Avena, como puedes imaginar si visitas mi blog con frecuencia es que me encanta preparar postres y dulces y todos los años había participado con una receta dulce, en esta ocasión me animé a preparar una receta salada y para mi sorpresa ¡me he llevado el primer lugar!
Así que al igual que yo si por la noche tienes de insomnio y te pones a pensar en recetas y comida te recomiendo que escuches esa vocecita y hagas caso de lo que te dice pues quien sabe a donde te lleven esos impulsos gastronómicos nocturnos.
- 2 tzas. Avena
- ½ tza. Agua tibia
- 2 cdas. Aceite
- ¼ cdta. Sal
- 1 cdta. Polvo para hornear
- 450 gr. Tomate verde
- 1 a 2 pzas. Chile serrano
- 3 cdas. Cilantro
- ½ pza. Cebolla
- 2 dientes Ajo
- 1 cda. Aceite
- Sal al gusto
- ½ tza. Avena
- ½ tza. Almendras sin piel
- 2 cdtas. Jugo de Limón
- 1 cdta. Vinagre de manzana
- ½ cdta. Sal
- ½ cdta. Ajo en polvo
- ½ cdta. Cebolla en polvo
- 1 paq. Tofu firme
- 2 cdas. Jugo de limón
- 1 cdta. Vinagre de manzana
- 1 cdta. Sal
- 3 cdas. Leche de avena
- Para preparar los chips o totopos vamos a comenzar elaborando unas tortillas de avena, por lo tanto lo primero que vamos hacer es licuar o procesar la avena hasta formar un polvo fino o harina de avena; si tienes en casa harina de avena te puedes saltar este paso y utilizar la harina de avena directamente.
- Mezclar la harina de avena junto con el aceite, la sal y el polvo para hornear.
- Incorporar el agua tibia y mezclar hasta formar una masa, si es necesario agregar más agua tibia añadir poco a poco hasta lograr la consistencia de una masa moldeable.
- Porcionar la masa
Puedes almacenar la crema a ácida y el queso cotija veganos en refrigeración hasta por 3 días.
Para potenciar los sabores a "lácteo" puedes añadir un poco de levadura nutricional a la crema y el queso veganos.
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