Hace un par de semanas me paseaba por el pasillo de frutas y verduras en el supermercado y una cajita llena de pequeñas bolitas rojas llamó mi atención; parecía que gritaban mi nombre desde su rincón, yo jamás había visto los arándanos frescos, mucho menos los esperaba encontrar en un supermercado y entonces no lo dudé tomé una caja de estas y la llevé a mi casa. Camino a casa decidimos probarlas y la explosión de acidez que estalló en mi boca al morderla fue completamente inesperada; no había probado los arándanos frescos así que no me esperé su sabor tan intenso y su astringencia que casi secaba mi boca, al principio no voy a mentir los rechacé y lo único que hice fue arrojarlos al cajón más recóndito de mi refrigerador.
Mientras tanto los arándanos pasaban sus noches y sus días olvidados en el fondo de mi refrigerador, esperando que un alma bondadosa los sacara de su escondite y los aprovechara en alguna deliciosa receta.
Me apiadé de ellos, después de todo estamos en temporada navideña y hay que ser más compasivos con todos; así que con mi expresión más seria les dije:
-Está bien, está bien; voy a darles una segunda oportunidad ya que no dejan de quejarse y siguen molestando a las dulces fresas y tomates que si elijo comer y me las entregan llenas de magulladuras, esto tiene que parar ya-
Los arándanos se pusieron muy contentos y fue así que comenzó una larga amistad entre un alimento nuevo y mi paladar.
La receta que te traigo hoy es una receta sumamente sencilla pero que hace destacar de una forma deliciosa el ingrediente principal y va de maravilla para disfrutar en el invierno; pues una bebida caliente nunca está demás para calentar los corazones y las manos frías.
Esta bebida está inspirada en el tradicional ponche mexicano que normalmente se prepara con más frutas, flor de Jamaica y que suele tomarse en las posadas. Esta versión de ponche es una mucho más simple pero llena de sabor y que como extra hará oler tu casa de maravilla.
Por cierto, si te gusta el ponche con licor creo que este quedaría perfecto con un poco o un mucho para los más arriesgados.
- 5-6 Naranjas
- 2 tzas. Jugo de arándanos
- 1 tza. Agua
- 1 vara de canela
- 2 a 3 clavos de olor
- ¾ tza. Azúcar morena
- 1 tza. Arándanos frescos
- Primero vamos a exprimir las naranjas para obtener el jugo de naranja, si no quieres hacer esto puedes comprar el jugo pero te prometo que el jugo recién hecho le da un sabor mucho más delicioso a esta bebida.
- Exprimir de 5 a 6 naranjas para el jugo, yo usé 5 y fue más que suficiente pero puede que necesite más o menos, recuerda reservar una naranja para servir tu ponche.
- Colocar en un cacerola el jugo de naranja, el jugo de arándanos. azúcar y el agua.
- Llevar a ebullición y una vez que hierva incorporar la canela y los clavos de olor.
- Dejar que hierva por 10 a 15 minutos y una vez bien calientee agregar los arándanos frescos y rodajas de naranja.
- Calentar a fuego bajo para que se concentren los sabores y retirar del fuego una vez que los arándanos estén suaves.
- Puedes servir tu bebida caliente o fría.
Utilizar diferentes especias le dará más profundidad de sabores y puedes personalizarlo como más te guste; utiliza anís, cardamomo, jengibre etc.
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